Bajo la luz parpadeante de la luna, Geon-Jun se encontró con una figura familiar en la oscuridad. Sus ojos se abrieron con sorpresa al reconocer los cabellos largos y la sonrisa misteriosa de Jungseok. El corazón de Geon-Jun latía con fuerza mientras se daba cuenta de que su encuentro casual no era tan aleatorio como parecía. ¿Qué estaba haciendo Jungseok allí, en medio de la noche, tan cerca de su casa?
La brisa nocturna traía consigo un aura de misterio y complicidad entre los dos hombres. La tensión se podía cortar con un cuchillo mientras compartían miradas intensas y palabras apenas susurradas. Los secretos enterrados en lo más profundo de sus corazones amenazaban con salir a la luz en ese instante irrepetible.
Con cada palabra compartida, Geon-Jun comenzó a darse cuenta de que Jungseok tenía mucho más que ofrecer de lo que había imaginado. Sus emociones se agitaban en un torbellino de confusión y deseo, dejando al descubierto capas de vulnerabilidad que nunca había mostrado antes. ¿Podría Jungseok ser la respuesta a todas sus preguntas, o solo un espejismo en el desierto de su alma atormentada?
La noche avanzaba, tejiendo un vínculo entre Geon-Jun y Jungseok que desafiaba todas las reglas y expectativas. En medio de la oscuridad, una verdad incómoda comenzaba a emerger, una verdad que cambiaría sus vidas para siempre. El destino los había unido en una danza peligrosa de amor y autodescubrimiento, y ninguno de los dos podía escapar de su inevitable atracción.