En medio de la oscuridad de su habitación, Ji Sun despertó sobresaltada por el inusual golpeteo en la puerta. Con el corazón acelerado, se levantó lentamente y se acercó con cautela. Al abrir, no encontró a nadie al otro lado, solo la penumbra del pasillo. Confundida, dio un paso hacia atrás y tropezó con algo en el suelo.
Al encender la luz, descubrió con horror que ahora ella misma era un consolador. Su mente se llenó de preguntas, de miedos y de confusión. ¿Cómo podría ser cierto algo tan absurdo? ¿Y qué significaba esto para su vida cotidiana? Las risas y los gemidos del vecino resonaban en su cabeza, recordándole la razón de su extraña transformación.
Con el corazón en un puño, Ji Sun se vio obligada a enfrentar una realidad completamente nueva, llena de desafíos y peligros. ¿Podría encontrar la forma de revertir esta maldición impuesta por sus propias palabras? ¿O estaría destinada a vivir para siempre como un objeto de deseo en manos de otros?
La noche apenas empezaba, pero el destino de Ji Sun ya estaba sellado en un giro inesperado de los acontecimientos.