En un giro inesperado de los acontecimientos, Masomi se encontró cara a cara con su amigo de la infancia, Kenji, quien ahora lucía completamente transformado. El shock invadió su cuerpo al darse cuenta de que el gobierno lo había sometido a un proceso de feminización sin su consentimiento. Kenji, ahora Kenia, miraba a Masomi con ojos llenos de tristeza y confusión, atrapada en un cuerpo que no reconocía como suyo.
Mientras Masomi intentaba procesar la impactante revelación, una mezcla de emociones se apoderaba de ella. La traición se entrelazaba con la culpa, preguntándose si debería sentirse enojada con su amigo por haberle ocultado la verdad o con el gobierno por haber intervenido en su identidad sin permiso. Por otro lado, una pizca de curiosidad y compasión surgía en su interior, deseando comprender la lucha interna que Kenia debía de estar enfrentando.
Entre miradas cargadas de significado y silencios incómodos, Masomi se vio envuelta en un torbellino de emociones y cuestionamientos. ¿Cómo podrían recuperar la amistad que una vez compartieron en medio de esta nueva realidad? ¿Podría Masomi ayudar a Kenia a encontrar su verdadera identidad en un mundo que insiste en imponerle una diferente? La balanza de sus destinos pendía en el delicado equilibrio de una política que desafiaba las convenciones de género.