En medio de la oscuridad y el silencio, la Muerte se encontraba cansada de su eterno deber. Cansada de llevar almas a su destino final sin emoción ni razón. Sin embargo, un día, algo cambió. Un poder desconocido y maligno se apoderó de ella, otorgándole la libertad de no seguir las reglas impuestas por siglos.
Ahora, la Muerte se veía enfrentada a una elección trascendental: ¿seguir gobernando con frialdad e indiferencia o dejar que su verdadera esencia, oscura y peligrosa, saliera a la luz? La sed de venganza se apoderaba de ella, mientras una sonrisa siniestra se dibujaba en su rostro.
El mundo temblaría ante su nueva forma, una amalgama de terror y fascinación. Ningún ser vivo estaría a salvo de su mirada fría y despiadada. La Muerte, ahora liberada de sus cadenas, se preparaba para instaurar el caos en un universo que jamás había visto algo tan aterrador. ¿Ser la Muerte podía ser excitante? Ahora lo descubriría, en un espectáculo de horror y poder sin igual.