En un rincón olvidado del castillo, Haeun observaba en silencio a Dullseh mientras pulía la plata, ajeno a la intensa mirada de su señor. La mente de Haeun divagaba, recordando cada músculo definido de su apuesto sirviente y comparándolo con los modelos de revistas que solía hojear a escondidas.
Decidido a conquistar el corazón de Dullseh, Haeun ideó un plan descabellado. En una noche de luna llena, preparó una cena romántica con velas y vino exquisito en su habitación, esperando atraer la atención de su amado sirviente. Sin embargo, las cosas no salieron según lo planeado.
Entre risas y malentendidos, la velada se convirtió en un caos absoluto. Dullseh, con su torpeza característica, derramó el vino sobre la mesa, creyendo haber arruinado todo. Pero para sorpresa de Haeun, las risas sinceras y los gestos torpes de Dullseh lo conquistaron de una manera inesperada.
En medio de la confusión, miradas cómplices y corazones acelerados, Haeun comprendió que el amor puede surgir en los momentos más inesperados y entre las personas más dispares. ¿Podría aquel noble refinado encontrar la felicidad en los brazos de su despistado sirviente? ¡El destino aún guardaba muchas sorpresas para esta inusual pareja!