El aullido de Vinter Svart resonó a través de los bosques de Svartulv, indicando el inicio de una era oscura y despiadada. Con la sangre de su padre aún caliente en sus manos, se alzó como el nuevo rey de los hombres lobo, listo para desatar su ferocidad sobre aquellos que se atrevieran a desafiar su autoridad. Las criaturas de la noche temblaban ante el poder que él poseía, un poder que llevaba consigo una mezcla de obsesión, odio y deseo de venganza.
Pero en medio de la oscuridad reinante, un rayo de luz se filtraba en el corazón de Vinter. Un sentimiento desconocido comenzaba a brotar en su interior, un sentimiento que amenazaba con socavar su sed de sangre y violencia. Era el sentimiento prohibido del amor, un amor que surgía de las cenizas de la traición y la muerte.
Mientras la luna llena brillaba en lo alto, los hilos del destino se entretejían de forma misteriosa alrededor de Vinter y aquellos que lo rodeaban. En medio de la traición y la intriga, en medio de la lucha por el poder y la supervivencia, surgía una historia de pasión y redención. Una historia marcada por el frío invierno negro que envolvía a Svartulv, una historia que cambiaría para siempre el destino de aquel reino de lobos.