Bajo el cielo oscurecido por nubes amenazantes, Arata Yamato camina con paso firme por los pasillos desiertos de la escuela. Su mirada fría y determinada refleja la carga que ha llevado desde que nació: ser una "calamidad" viviente. Cada paso que da, cada palabra que pronuncia, está marcado por el peso de una responsabilidad que lo sofoca. Pero en su interior, Arata anhela una vida pacífica, lejos del terror que puede desencadenar con un simple descuido.
En medio de su lucha interna, un susurro en la oscuridad lo hace detenerse en seco. Un grupo de sombras parece acecharlo, sedientas de caos y destrucción. Antes de que pueda reaccionar, se ven rodeados, su poder innato comienza a agitarse, amenazando con desencadenar la calamidad que tanto teme.
Pero en ese preciso momento, una luz brilla en la distancia. Una figura familiar emerge de las sombras, con ojos llenos de comprensión y calidez. Es Yumi, su amiga de la infancia, cuya presencia calmante es capaz de contener la tormenta dentro de Arata.
Mientras luchan juntos contra las sombras que los rodean, Arata comienza a darse cuenta de que quizás, con la ayuda de aquellos que lo rodean, pueda encontrar la paz que tanto anhela, incluso en medio de la oscuridad que lo consume. La verdadera catástrofe sería renunciar a esa esperanza, a esa posibilidad de un futuro diferente.