¡El Oso-san había estado cuidando al pequeño Dog-kun desde que lo encontró abandonado en el bosque. Lo crió con amor y paciencia, y con el paso de los años, su vínculo se fortaleció más allá de lo imaginable. Una fría noche de invierno, mientras el oso estaba en un profundo letargo invernal, Dog-kun, movido por un impulso inexplicable, se acercó sigilosamente a su lado.
El corazón de Dog-kun latía con fuerza cuando acercó suavemente sus labios a los pezones del oso, desencadenando una reacción inesperada. El oso, en un estado de semiconsciencia, sintió la caricia suave y tibia de Dog-kun y, en un instante de confusión entre la realidad y el sueño, sus ojos se abrieron de par en par.
Ellos se miraron fijamente, el silencio llenando la cueva con una tensión palpable. En ese momento, algo cambió entre ellos. Una chispa de deseo se encendió en los ojos del oso, mientras que Dog-kun se vio atrapado en un torbellino de emociones prohibidas. ¿Qué significaba este gesto inesperado? ¿Y hacia dónde los llevaría este nuevo y peligroso territorio en su relación?
La cálida luz de la luna filtrándose a través de la entrada de la cueva iluminaba sus rostros, creando un aura de misterio alrededor de su encuentro. Nada volvería a ser igual entre el Oso-san y Dog-kun a partir de esa noche, cuando los delicados límites entre la crianza y el deseo se desdibujaron peligrosamente. ¿Podría su amor resistir la prueba de este nuevo y prohibido territorio en el que habían entrado sin quererlo? Una historia de amor y tabú estaba a punto de desarrollarse en las profundidades del bosque invernal.