Inesperadamente, Seonghoon se encontró transportado a un mundo completamente nuevo, donde fue recibido con las palabras: "¡Has sido elegido como jugador en el gran juego para seleccionar al sucesor del próximo dios, la Misión! ¡Felicidades!". En este lugar que parecía sacado de un juego, descubrió que los jugadores podían tanto colaborar como matarse entre sí sin piedad.
Aunque carecía de talento aparente, Seonghoon se propuso alcanzar el poder absoluto utilizando estratagemas malvados y brutales. Su determinación y sed de poder lo llevaron a trazar planes maestros, dejando desconcertados a sus adversarios y aliados por igual. Mientras los demás luchaban con fuerza bruta, él utilizaba su astucia y sagacidad para avanzar en el juego de la deidad, convirtiéndose en una fuerza a tener en cuenta.
Poco a poco, Seonghoon comenzó a revelar capas de su personalidad, mostrando un lado oscuro y complejo que nadie sospechaba. Sus acciones desencadenaron eventos inesperados y giros inesperados, desafiando las expectativas de todos los que lo rodeaban. ¿Lograría Seonghoon alcanzar su objetivo final y convertirse en el próximo dios, o sucumbiría a las fuerzas oscuras que lo acechaban en ese mundo impredecible?