En medio de una habitación silenciosa y con la sola luz de la luna filtrándose por la ventana, Riku y Sora se encontraban frente a frente. Las palabras parecían flotar en el aire cargadas de significado, listas para desatar una tormenta de emociones.
Riku rompió el silencio con una mirada intensa, expresando todo lo que había guardado en su corazón durante tanto tiempo. "Sora, no puedo seguir así. Necesito decirte lo que siento, aunque todo esté en juego."
Sora sintió un nudo en la garganta, sabiendo que lo que estaba a punto de escuchar cambiaría sus vidas para siempre. "Riku, yo también... también tengo algo que confesarte", respondió con voz temblorosa.
En ese momento, las barreras que habían construido a su alrededor parecieron desmoronarse, dejando al descubierto la verdad cruda y pura de sus sentimientos. En un vaivén de confesiones y emociones desenfrenadas, Riku y Sora se sumergieron en un mar de pasión y vulnerabilidad, dispuestos a enfrentar cualquier desafío con tal de proteger su amor prohibido.
Entre lágrimas, risas y susurros, las Conferencias sobre lo que sienten uno por el otro se convirtieron en el punto de inflexión de una historia de amor tan intensa como impredecible.