Bajo la luz tenue de la lámpara, Tom observaba a Jaemin con ojos llenos de admiración. Desde el día en que se conocieron, su corazón latía desbocado cada vez que Jaemin se acercaba, pero su orgullo y formalidad le impedían expresar sus sentimientos. Mientras tanto, Jaemin, con su sonrisa cálida y sus gestos cariñosos, intentaba romper la barrera que Tom había construido a su alrededor.
Una noche, Tom finalmente reunió coraje y tomó la mano de Jaemin. "Sabes", comenzó tímidamente, "cuando estoy contigo, me siento como un tonto. No puedo evitar sonrojarme y balbucear como un colegial". Jaemin rió suavemente, acariciando la mejilla de Tom con ternura. "Eres adorable cuando te pones nervioso", susurró, haciendo que el corazón de Tom se acelerara aún más.
A medida que su relación se desarrollaba, ambos descubrían lados nuevos el uno del otro, revelando capas profundas de sus personalidades. Tom, luchando contra su fachada de formalidad, se abría lentamente a Jaemin, mientras que Jaemin, con paciencia y amor, guiaba a Tom hacia la verdadera conexión emocional que ambos anhelaban.
Entre risas, lágrimas y momentos de complicidad, Tom y Jaemin se embarcaron en un viaje de autodescubrimiento y amor, desafiando obstáculos y superando miedos juntos. En un mundo donde la apariencia y el orgullo a menudo reinaban, su valentía para amar sin reservas los llevó a un lugar donde la verdad y la sinceridad florecían, demostrando que, al final, el amor siempre triunfa.