Bajo la luz plateada de la luna, Leng Fan se encontraba rodeado de enemigos poderosos, listos para acabar con él. Con su espada en mano y su determinación inquebrantable, se preparó para la batalla final. Los Cultivadores de la Ciudad le tendieron una emboscada, deseando eliminar a aquel que se había atrevido a desafiar su autoridad. Sin embargo, en ese preciso momento, las hadas de las montañas profundas descendieron del cielo, emitiendo un resplandor dorado que cegó a todos los presentes.
A medida que las hadas se acercaban a Leng Fan, una energía misteriosa lo rodeaba, fortaleciendo su espíritu y su determinación. En un instante, sus enemigos se vieron obligados a arrodillarse ante él, reconociendo su poder y valentía. Pero lo que realmente sorprendió a Leng Fan fue la revelación de las hadas: él era el elegido, el único capaz de unir a los mundos de los hombres y las criaturas mágicas.
Con un harem inesperado a su alrededor, Leng Fan se enfrentaba a un destino incierto, lleno de peligros y intrigas. Su corazón se debatía entre el amor y el deber, entre la pasión y la lealtad. En medio de la batalla y la seducción, tendría que descubrir quiénes eran sus verdaderos aliados y enemigos, y qué sacrificios estaría dispuesto a hacer para cumplir su destino como el salvador de ambos mundos.