En una tranquila tarde de primavera, Mateo se encontraba sentado en una esquina del patio de la escuela, observando a su amigo Gabriel jugar fútbol con sus compañeros. Cada vez que Gabriel anotaba un gol, su corazón latía con fuerza, pero no por la emoción del juego, sino por la atracción que sentía hacia su amigo. Mateo luchaba internamente con sus sentimientos, incapaz de revelar su verdadera identidad.
Un día, durante una clase de literatura, el profesor asignó un proyecto en parejas, y por un giro del destino, Mateo y Gabriel fueron emparejados. La ansiedad de Mateo se intensificó mientras trabajaban juntos en la biblioteca. En un momento de valentía, Mateo decidió confesar sus sentimientos a Gabriel, pero justo en ese instante, una popular chica del colegio se acercó a Gabriel y lo invitó a salir.
El corazón de Mateo se rompió en mil pedazos al presenciar la escena. Sin embargo, en lugar de darse por vencido, decidió luchar por su amor. Con la determinación de un guerrero, Mateo se propuso conquistar el corazón de Gabriel, sin importar los obstáculos que se interpusieran en su camino. Un nuevo capítulo en su historia de amor estaba por comenzar, lleno de giros inesperados y decisiones que cambiarían sus vidas para siempre.