Título: Doble Piel.
En la penumbra de la noche, Seokju, líder de la facción Taeho, pronunció en voz baja: "Pagaré un precio alto". Ajin, el criado lisiado, escuchó estas palabras con temor, sin imaginar que marcarían el inicio de una relación inesperada. "Tienes una enfermedad en la pierna. Yo sufro de insomnio. ¿Por qué no nos ayudamos mutuamente como pacientes?", propuso Seokju, con una mirada penetrante. Con el tiempo, Ajin se acostumbró al calor de los brazos del jefe, hasta el punto de deslizarse en un sueño reparador en su abrazo.
"Quiero servir en tu casa hasta mi último suspiro", declaró Ajin con determinación. La habitación de Seokju se convirtió en su mundo, un refugio donde encontró consuelo y protección. Sin embargo, las dudas comenzaron a acosarlo, abriendo grietas en la ilusión de felicidad. "Ajin, no podrás abandonar esta habitación hasta saldar todas tus deudas", advirtió Seokju, cuyos ojos reflejaban una mezcla de deseo y control.
Entre sombras y susurros, la historia de ambos se enredaba en un juego peligroso de lealtad y posesión. Ajin se aferraba a la promesa de que Seokju nunca lo abandonaría, mientras que el jefe tejía una red de intrigas para retenerlo a su lado. En esa habitación, donde los secretos resonaban como susurros prohibidos, el destino de ambos estaba sellado en una danza de pasión y sacrificio.