Título: El emperador retrocede las manijas del reloj
En el primer día que el emperador León conoció a la emperatriz Lizzy, un aire de melancolía rodeaba el castillo. A pesar de estar de vuelta en el pasado, el peso de sus errores previos seguía sobre los hombros de León. Lizzy lo miraba con ojos llenos de sorpresa y recelo, incapaz de comprender la súbita atención del emperador.
Poco a poco, León demostraba su amor con pequeños gestos que desafiaban las barreras del tiempo. Sin embargo, conforme el reloj retrocedía, el imperio entero sentía las grietas en el tejido del destino. Eventos extraños ocurrían, dejando a León cuestionándose si su deseo de hacer feliz a Lizzy valía el precio de la realidad alterada.
La bruja de la Torre del Reloj observaba desde las sombras, sus ojos brillando con malicia. Ella sabía que el poder de manipular el tiempo tenía un precio, y ese precio debía ser pagado con sangre. Mientras tanto, Lizzy comenzaba a recordar fragmentos de realidades pasadas, sembrando dudas en su mente sobre la verdadera naturaleza de León.
En medio de la confusión y la intriga, León se enfrentaba a una decisión que cambiaría el curso de la historia. ¿Podría hacer feliz a Lizzy a pesar de las consecuencias impredecibles del reloj retrocedido? El destino del imperio pendía de un hilo, tejiendo una red de misterio y romance que desafiaría incluso al tiempo mismo.