El sol comenzaba a ponerse en el horizonte cuando Magnus, con el misterioso libro en mano, llegó al borde de un acantilado. Observó el inmenso paisaje extendiéndose ante sus ojos, sintiendo el peso de la responsabilidad que había caído sobre sus hombros. Sabía que en algún lugar, oculto entre las sombras, el Señor Demonio aguardaba, dispuesto a sembrar el caos en el mundo.
Decidió abrir el libro una vez más, buscando respuestas en sus páginas llenas de sabiduría ancestral. Fue entonces cuando, en una de las entradas, descubrió un secreto que cambiaría el rumbo de su destino. Una estrategia prohibida, un hechizo olvidado, la llave para desatar un poder inimaginable. Sin embargo, también comprendió el alto precio que tendría que pagar por utilizar ese conocimiento prohibido.
Con el corazón latiendo con fuerza, Magnus se adentró en la oscuridad, con la determinación de un mago decidido a desafiar su propio destino. Sabía que el camino que se extendía ante él estaba lleno de peligros y sacrificios, pero también de oportunidades y esperanza. Con cada paso que daba, podía sentir el peso de la responsabilidad, pero también la fuerza de su propósito.
El mago que una vez fue considerado "inútil" ahora se enfrentaba al mayor desafío de su vida, con el conocimiento de los dioses en sus manos y el destino del mundo en juego. Sabía que no había sido elegido por el destino para ser el héroe, pero estaba dispuesto a demostrar que un verdadero poder no reside en la profecía, sino en la valentía y la determinación de aquellos dispuestos a luchar por lo que creen.