Bajo el manto de la noche estrellada, Hamel y sus compañeros se acercaban sigilosamente a las puertas de la antigua capital del Norte, Hamelin. La brisa fría soplaba a través de las ruinas, llevando consigo un aire de misterio y peligro. Hamel sostenía su violín con determinación, listo para desencadenar el poder oculto de la música en su interior.
Flauta, con sus ojos brillando de valentía, miraba al héroe con admiración y confianza. Oboe, el cuervo sabio, graznó en señal de advertencia, recordando a todos los peligros que acechaban en las sombras de la ciudad abandonada. El oscuro pasado de Kestra no sería fácil de enfrentar, pero juntos estaban decididos a desafiar al destino.
Mientras tanto, en lo más profundo de las catacumbas de Hamelin, algo se movía. Una figura encapuchada se alzaba entre las sombras, sus ojos rojos brillaban con malicia. Maou Kestra había despertado de su largo sueño, sediento de venganza y poder. La batalla final se avecinaba y el destino del mundo pendía de un hilo.
Con el sonido del violín resonando en la noche, la melodía de la esperanza y la valentía se alzaba contra la oscuridad. ¿Podría Hamel y sus compañeros derrotar al rey demonio una vez más, o caerían en la trampa de su propia ambición? El destino de todos estaba en juego, y la música de la batalla resonaría en todo el mundo una vez más.