Se avecinaba la noche de estreno de la obra teatral "New Boys Love" y los nervios de Naoto estaban a flor de piel. Interpretar escenas de besos con Non, el actor al que admiraba, no era una tarea sencilla. Cuando se vieron a solas en el camerino, Nonomiya propuso un juego peligroso: tratar de actuar como amantes para resolver la incomodidad de Naoto. Lo que comenzó como un ejercicio de actuación pronto se convirtió en algo más intenso.
Nonomiya mostró un lado de sí mismo que Naoto nunca había visto en escena. Su mirada ardiente, sus manos fuertes y decididas, despertaron un deseo prohibido en el actor novato. Cada ensayo de beso se volvía más salvaje, más apasionado. Naoto se sentía atraído por la intensidad de Non, pero también temía ser "devorado" por él.
A medida que se acercaba el estreno, los límites entre la ficción y la realidad se desdibujaban. Naoto se debatía entre el amor que surgía entre ellos y las consecuencias de dejarse llevar. ¿Podría resistirse a la seducción de Nonomiya en la vida real o sucumbiría a la pasión desenfrenada que los unía en el escenario? Las cortinas se alzaban no solo para la actuación, sino también para un amor tan intenso como efímero.