Tori estaba acostumbrado a la mala suerte, hasta el punto de aceptarla como parte de su vida solitaria. Hiro, su fiel amigo de la infancia, compartió con él algunos rituales prohibidos para cambiar su destino, lo que desencadenó una relación física entre ambos. Aunque esta conexión clandestina traía consuelo a Tori, todo cambió con la llegada de Ryoma, un chico radiante y extrovertido que ingresó a su clase. La presencia de Ryoma perturbó la rutina de Tori y despertó en él emociones desconocidas. Decidido a mantenerse al margen, Tori se vio sorprendido cuando Ryoma comenzó a acercarse, desafiando su determinación. Así comenzó un triángulo inesperado lleno de secretos, deseos ocultos y una lucha interna entre la suerte y la voluntad. Los destinos de estos tres jóvenes parecían entrelazarse en una danza impredecible hacia un futuro incierto, donde la fortuna podía cambiar en un instante.