Bajo la brillante luz de la pantalla, Arata se encontraba absorto en la conversación con "Yukino-chan". A pesar de no haber visto nunca su rostro, la conexión entre ambos era innegable. Cada palabra escrita por "Yukino-chan" resonaba en su corazón, creando un lazo invisible pero poderoso.
Un día, mientras Arata esperaba ansiosamente una respuesta, un mensaje inesperado apareció en la pantalla: "¿Es posible que te hayas enamorado de mí?". La revelación sacudió su mundo, sacándolo de su centro. ¿Cómo era posible que su amada Yukino-san fuera en realidad un chico?
La confusión se mezclaba con la emoción en el corazón de Arata, mientras intentaba comprender sus propios sentimientos. Aunque el mundo parecía girar a su alrededor, una certeza permanecía inquebrantable: su amor por Yukino-san solo crecía con cada mensaje, cada sonrisa amable y cada gesto de apoyo.
Decidido a enfrentar la verdad, Arata finalmente reunió el coraje para confesar sus sentimientos. Con el corazón latiendo con fuerza, esperó la respuesta, preguntándose en silencio si Yukino-san también daría la vuelta como el personaje del título, o si su amor estaría condenado a la incertidumbre.