Nuestros protagonistas, Ryou y Keisuke, siempre han sido como el día y la noche. Ryou, reservado y tranquilo, contrasta perfectamente con la energía inagotable de Keisuke. Sin embargo, un giro inesperado llega cuando Keisuke cae gravemente enfermo y pierde la voz, dejándolo incapaz de comunicarse con Ryou.
En medio de la quietud de la habitación compartida, Ryou comienza a darse cuenta de lo mucho que valoraba las palabras que solían intercambiar con Keisuke. Por primera vez, las expresiones de amor de Keisuke se hacen evidentes para Ryou en su ausencia. Mientras cuida de su pareja enferma, Ryou se ve obligado a enfrentar sus propios sentimientos, desenterrando capas de emociones que nunca antes se había permitido explorar.
Con el telón de fondo de la enfermedad de Keisuke, su relación toma un giro inesperado, revelando la vulnerabilidad y la profundidad de su conexión. Ryou se encuentra luchando con sus propias dudas e inseguridades, mientras que Keisuke lucha por transmitir su amor de manera no verbal.
Este momento de crisis desafía a nuestros personajes de maneras inesperadas, obligándolos a enfrentar sus miedos y abrir sus corazones de par en par. ¿Podrán superar esta prueba y encontrar una nueva forma de comunicarse, más allá de las palabras? La respuesta yace en lo más profundo de sus corazones, listos para ser descubiertos en medio de la incertidumbre y la fragilidad de la vida misma.