Durante la hora del almuerzo en la escuela, Makoto Saotome, una chica extremadamente alta para su edad, se encontraba sentada sola en un rincón del patio. Mientras miraba a su alrededor, vio a un chico llamado Senpai siendo acosado por un grupo de matones. Sin dudarlo ni un instante, Makoto se levantó de su asiento y se abrió paso entre la multitud, plantándose frente a Senpai con determinación.
"¿Qué creen que están haciendo?", su voz resonó con autoridad, sorprendiendo a todos los presentes. Los matones se retiraron rápidamente, dejando a Senpai atónito ante la demostración de valentía de Makoto.
Desde ese día, Senpai comenzó a tratar a Makoto con respeto, admirando su fortaleza y coraje. A medida que pasaban más tiempo juntos, Makoto descubrió la verdadera razón detrás de la actitud distante de Senpai: tenía miedo de mostrar su verdadero yo por temor al rechazo.
La relación entre Makoto y Senpai se fue profundizando a medida que se abrían el uno al otro, enfrentando juntos sus miedos e inseguridades. Makoto, la "Cenicienta Gigante", había encontrado en Senpai a su príncipe, no por su apariencia, sino por la conexión sincera que habían forjado.
A medida que su historia de amistad y amor se desarrollaba, Makoto y Senpai demostraron que la verdadera grandeza reside en la valentía de ser uno mismo y en la fuerza de apoyarse mutuamente en los momentos difíciles. La historia de la "Cenicienta Gigante" y su príncipe seguiría siendo recordada en los pasillos de la escuela, como un ejemplo de coraje y verdadera amistad.