Luna caminaba por las calles de la ciudad, perdida en sus pensamientos. A sus 17 años, nunca había tenido novio y eso comenzaba a atormentarla. De repente, una voz conocida la sacó de su ensimismamiento. Era Mateo, un viejo amigo que había vuelto a su vida después de dos años de ausencia.
Mateo, dos años menor que Luna, siempre la había admirado en secreto. Ahora, con su regreso, los dos jóvenes se reencontraban en un momento crucial. Luna se sorprendió al darse cuenta de que Mateo ya no era el niño tímido que recordaba, sino un chico maduro y atractivo que despertaba en ella emociones desconocidas.
A medida que pasaban tiempo juntos, Luna comenzó a cuestionarse sus propios sentimientos. ¿Podría ser que el amor estuviera más cerca de lo que ella pensaba? ¿Podría haber estado ignorando a la persona adecuada todo este tiempo?
Entre risas, miradas cómplices y confesiones nocturnas, Luna y Mateo se adentraron en un torbellino de emociones que los llevaría a descubrir que, a veces, el amor se esconde en la última persona que uno esperaría. ¡El destino les tenía preparada una sorpresa que cambiaría sus vidas para siempre!