Hana ni Kedamono.
Esa fue la primera vez que me enamoré. Hyo-kun, con su mirada penetrante, conquistó mi corazón desde el primer instante en que cruzaron nuestros caminos en la escuela. A pesar de sus oscuros secretos y su reputación de seductor, no pude evitar caer en sus encantos. Hyo-kun me prometió que quería estar a mi lado, pero pronto descubrí la verdad detrás de sus palabras dulces: él era un auténtico lobo disfrazado de cordero.
Nuestro amor estaba destinado a ser una montaña rusa de emociones. Los celos, las mentiras y los desafíos pusieron a prueba nuestra relación, llevándonos al borde del abismo una y otra vez. Aun así, mi corazón no podía dejar de latir desbocado cada vez que estaba cerca de él.
Pero un giro inesperado en la trama reveló un secreto tan oscuro que puso en peligro todo lo que habíamos construido juntos. Hyo-kun no era solo un conquistador de corazones, también guardaba un pasado misterioso que amenazaba con separarnos para siempre. En medio de la confusión y el dolor, me di cuenta de que me había enamorado de una bestia en todos los sentidos de la palabra.
Este amor prohibido y tormentoso me llevó al límite de mis emociones, obligándome a cuestionar hasta dónde estaba dispuesta a llegar por él. Mi primer amor se convirtió en un juego peligroso de confianza y traición, donde la única certeza era la intensidad de mis sentimientos por ese hombre que despertaba mi lado más salvaje.