En el día de cumpleaños de Hinata, la adorable pareja de Karasuno decidió celebrarlo de una manera especial. Kageyama preparó una sorpresa secreta en el gimnasio de la escuela, decorando el lugar con luces brillantes y globos de colores. Hinata, al llegar, se encontró con una pista de obstáculos divertidos que lo llevaron a distintos recuerdos de su tiempo en el equipo.
Cada estación representaba un momento importante en su relación, desde el primer encuentro en la cancha hasta el día en que ganaron juntos el torneo. A medida que avanzaba, Hinata recordaba las risas compartidas, los desafíos superados y la conexión especial que tenían como pareja. Finalmente, llegó a una mesa con una tarta de cumpleaños y una nota de Kageyama que decía: "Gracias por ser mi sol en la cancha y en mi vida. ¡Feliz cumpleaños, Hinata!".
Con lágrimas de emoción en los ojos, Hinata abrazó a Kageyama, agradecido por el gesto tan conmovedor. En ese momento, supo que no solo estaban unidos por el voleibol, sino por un lazo mucho más fuerte y profundo que nada ni nadie podría romper.