En una tranquila tarde de primavera, Irie-chan llegó a Hatokoisou, una casa apartada que sería su nuevo hogar. Conocía las reglas del lugar de antemano, pero lo que no esperaba era encontrarse con Kiichi, un chico misterioso y reservado que parecía vivir en su propio mundo.
Desde el primer momento, Irie-chan se sintió intrigado por Kiichi y decidió acercarse a él, a pesar de la barrera de silencio que el chico parecía haber construido a su alrededor. Con el tiempo, descubrió que Kiichi guardaba un secreto profundo, un dolor que lo mantenía distante de los demás.
Determinado a romper esa coraza, Irie-chan se propuso llegar al corazón de Kiichi, sin sospechar que el proceso lo llevaría a cuestionar sus propias convicciones y a enfrentarse a su pasado. Entre risas, lágrimas y confesiones inesperadas, su convivencia en Hatokoisou se convertiría en un torbellino de emociones, llevando a ambos jóvenes a descubrir que, a veces, el verdadero amor puede surgir de las heridas más profundas.