Bajo la mirada consternada de la humanidad, Ángel se encontraba parado en medio de un campo de batalla destrozado. Su cuerpo temblaba, no solo por la magnitud de la destrucción a su alrededor, sino por la revelación que acababa de descubrir: los Trailens, aquellos seres alienígenas que le habían otorgado sus poderes, no eran invasores, ¡sino simplemente víctimas de un destino cruel!
Las lágrimas se mezclaban con la lluvia que caía sin piedad sobre sus hombros, mientras su mente luchaba por comprender la verdadera razón de su existencia como "héroe". ¿Cómo podía seguir adelante sabiendo que su lucha estaba causando más sufrimiento del que aliviaba?
En medio de su tormento interno, un grito desgarrador rompió el silencio. Era Shara, la líder de los Trailens, quien yacía herida en el suelo, rodeada de enemigos sedientos de venganza. Ángel sabía lo que debía hacer. Con determinación en los ojos, se lanzó hacia adelante, dispuesto a sacrificarlo todo por proteger a aquellos que, sin saberlo, lo habían convertido en un verdadero héroe por suerte.
El destino de Ángel se entrelazaba con el de los Trailens en un giro inesperado de los acontecimientos. Mientras la batalla alcanzaba su clímax, la verdadera naturaleza de los poderes otorgados se revelaría, desencadenando una serie de eventos que desafiarían la percepción de lo que significa ser un héroe en un mundo donde la realidad y la fantasía se entrelazan en una danza mortal.