En el último día del campamento de entrenamiento, Tendou y Ushijima tenían un plan siniestro en mente. Decidieron utilizar a Hinata, el número 10 de Karasuno, como pieza clave de su entretenimiento retorcido. Hinata, quien había estado trabajando duro para mejorar sus habilidades, se encontró atrapado en una situación desesperada y peligrosa.
Tendou, con su sonrisa burlona, y Ushijima, con su mirada fría, rodearon a Hinata, dejándolo sin escapatoria. Los dos jugadores de Shiratorizawa parecían disfrutar de la angustia que estaban causando al joven de Karasuno, alimentando su egocentrismo y sed de poder.
Pero lo que Tendou y Ushijima no esperaban era la determinación feroz de Hinata. A pesar de estar en clara desventaja, el número 10 no se rindió. Con valentía y astucia, logró darles la vuelta a sus agresores, sorprendiéndolos con su ingenio y habilidad para salir de situaciones complicadas.
La confrontación entre los tres jugadores tomó un giro inesperado, revelando capas profundas de los personajes y sus motivaciones ocultas. Hinata demostró que, a pesar de su tamaño pequeño, su corazón y su determinación eran más grandes que cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. La batalla final entre ellos marcó un punto de inflexión en la relación entre los tres, prometiendo revelaciones impactantes en el futuro cercano.