Entre la brisa suave de la tarde, Martina caminaba por el jardín de rosas en su vestido de novia, con el corazón lleno de dudas y el pensamiento enredado. ¿Matrimonio con el maestro? ¡Pero todavía no estoy lista!, susurró para sí misma, mirando fijamente las rosas de color rosa suave que adornaban el camino hacia el altar.
Rodeada de sus amigos y familiares, Martina buscaba respuestas en medio de la incertidumbre que invadía su ser. ¿Realmente estaba lista para dar el siguiente paso? Las risas y conversaciones alegres que resonaban a su alrededor parecían desvanecerse en el aire, dejando espacio para la voz interior que cuestionaba sus verdaderos sentimientos.
En medio de la ceremonia, cuando llegó el momento de pronunciar los votos, Martina se detuvo de repente, con los ojos buscando desesperadamente una salida. Fue entonces cuando, de entre la multitud, una figura familiar se levantó con determinación y se acercó a ella, con una expresión seria pero llena de amor.
"Martina, cariño, necesitamos hablar", dijo el maestro con voz suave pero firme, deteniendo el matrimonio en seco y sorprendiendo a todos los presentes. Y en ese instante, el destino dio un giro inesperado, revelando secretos enterrados y emociones ocultas que cambiarían para siempre el rumbo de sus vidas.