En la bulliciosa universidad de Madrid, Diego nunca imaginó que su vida se volvería un enredo de emociones al convertirse en el objeto de observación de un misterioso estudiante llamado Alejandro. Este último, bajo el seudónimo de Jia Feng, había ideado el enigmático Plan D para poder contemplar a Diego sin que este lo supiera. Sin embargo, lo que comenzó como una simple observación se fue transformando en algo mucho más profundo.
El corazón de Alejandro latía desbocado cada vez que veía a Diego a lo lejos, en sus clases, en el café de la universidad, en cualquier rincón del campus. Sus sentimientos crecían sin control, al mismo tiempo que la angustia de guardar su secreto se volvía cada vez más abrumadora.
Un día, en un giro inesperado del destino, Diego se acercó a Alejandro en la biblioteca y, con una sonrisa tímida, le entregó una nota. En ella, confesaba que había descubierto su observación secreta, pero en lugar de enojarse, le invitaba a tomar un café juntos. Así comenzó una historia de amor inesperada, donde el Plan D se convirtió en un recuerdo gracioso de los comienzos de una hermosa relación. Alejandro comprendió entonces que, a veces, el destino podía ser mucho más juguetón y sorprendente de lo que uno podría imaginar.