El corazón de Yi Wen latía con fuerza mientras observaba a su alrededor. El mundo al que había llegado después del accidente automovilístico era extraño y desconcertante. No había poderes sobrenaturales ni riquezas extraordinarias a su disposición. Todo parecía normal, demasiado normal. Pero algo en el ambiente le hacía sentir una inquietud profunda, como si estuviera atrapado en un bucle del que no podía escapar.
Caminando por las calles desiertas, Yi Wen se dio cuenta de que las cosas no eran lo que parecían. Las personas a su alrededor actuaban de manera extraña, como si estuvieran atrapadas en un juego retorcido del destino. ¿Qué estaría realmente sucediendo en ese lugar misterioso?
De repente, una figura misteriosa apareció ante él, con una sonrisa siniestra en el rostro. "Bienvenido al juego, Yi Wen", susurró con voz escalofriante. "Aquí, tendrás que demostrar que no quieres dejar la soltería, porque una vez que entres, no hay vuelta atrás".
El corazón de Yi Wen se aceleró aún más, mientras la realidad se retorcía a su alrededor. ¿Podría encontrar la salida de ese laberinto sobrenatural antes de que fuera demasiado tarde? Una carrera contra el tiempo y contra sus propios miedos acababa de comenzar.