El joven Martín salió de su apartamento en la fría noche de invierno, con una bolsa de basura en una mano y la llave del depósito en la otra. Mientras se acercaba a arrojar la bolsa en el contenedor, un escalofrío recorrió su espalda al notar la presencia de una figura femenina sentada en la oscuridad. Vestida con un traje de lolita, su rostro estaba oculto por una enmarañada cabellera negra que caía sobre sus hombros.
"S- Señorita, ¿está bien?" balbuceó Martín, sintiendo cómo el miedo se agarraba a su garganta.
La misteriosa mujer alzó lentamente la mirada hacia él, revelando unos ojos fríos y sin vida que enviaron un escalofrío más intenso por toda su columna. Sin decir una palabra, la mujer extendió un brazo hacia él, mostrando una muñeca rota y ensangrentada.
Aterrorizado, Martín dio un paso atrás, tropezando con el borde del depósito de basura. La mujer se levantó lentamente, emitiendo un susurro siniestro que dejó helado el alma de Martín. En ese momento, supo que aquella no era una chica común, era algo mucho más oscuro y maligno de lo que jamás hubiera imaginado.
El corazón de Martín latía con fuerza mientras corría de regreso a su apartamento, pero sabía en lo más profundo de su ser que aquella encuentro con la mujer del depósito cambiaría su vida para siempre.