El silencio de la noche era interrumpido únicamente por el constante tic-tac del reloj en la habitación de Jae-Ha. Sus ojos, cansados por noches enteras de insomnio, se clavaban en la oscuridad mientras su mente divagaba por senderos peligrosos. Jae-Ha guardaba un oscuro secreto detrás de su sonrisa amable, un deseo prohibido que lo consumía desde lo más profundo de su ser.
La obsesión enfermiza que sentía por su hermano mayor lo empujaba a límites inimaginables, a cometer actos inmorales que lo atormentaban en cada momento de lucidez. ¿Hasta dónde sería capaz de llegar en nombre de ese amor prohibido? ¿Qué sombras se escondían en su alma atribulada por la culpa y el deseo?
En la penumbra de la noche, los secretos de Jae-Ha amenazaban con salir a la luz, desencadenando una serie de eventos que pondrían a prueba su cordura y su moralidad. Entre la violencia, el suspenso y el peso del incesto, el protagonista se enfrentaba a un dilema moral que lo llevaría al borde del abismo, cuestionando todo en lo que creía.
¿Estaba preparado el lector para adentrarse en esa peligrosa travesía emocional? ¿Estaba el propio Jae-Ha listo para enfrentar las consecuencias de sus actos? El insomnio seguía siendo su fiel compañero, testigo mudo de una historia de amor retorcida que desafiaba los límites de lo moralmente aceptable.