La Navidad era la época menos favorita de Gabriel, un chico que siempre evitaba cualquier celebración relacionada con esa fecha. Nacido un 24 de diciembre, se ganó el apodo de "Santa", ironía cruel que lo persiguió desde niño al no haber tenido nunca una fiesta de cumpleaños.
Un día, una chica misteriosa llamada Luna apareció ante él. Con una sonrisa traviesa, reveló su verdadero nombre, Mai, y le confesó ser nieta de Santa Claus. Con una varita mágica en mano, prometió cambiar la percepción de Gabriel sobre la Navidad.
Al principio, Gabriel se mostró escéptico, pero poco a poco, Mai desplegó sus poderes mágicos llenando su vida de sorpresas y alegría. Entre risas y travesuras, descubrieron que compartían más similitudes de las que creían. Gabriel encontró en Mai no solo a una amiga, sino también a alguien que entendía sus sentimientos más profundos.
A medida que se acercaba Nochebuena, un giro inesperado puso a prueba su amistad. Un dilema mágico amenazaba con separarlos, revelando emociones ocultas y verdades incómodas. Gabriel se vio obligado a enfrentar sus miedos y aceptar el regalo más preciado que la Navidad podía darle: el amor incondicional de Mai.
Entre villancicos y luces parpadeantes, Gabriel descubrió que la magia de la Navidad no solo residía en los regalos, sino en la conexión especial que compartía con Mai. Juntos, crearon su propia historia navideña llena de magia, amor y redención.