En una soleada mañana de primavera, Chiaki y Kazuma se encontraban en el patio de la escuela, compartiendo risas y confidencias como lo hacían todos los días. Sin embargo, algo parecía perturbar la paz habitual entre ellos. Chiaki, con la mirada perdida en el horizonte, finalmente se decidió a revelarle a Kazuma un secreto que había mantenido guardado por mucho tiempo.
"Kazuma, tengo algo importante que contarte", comenzó Chiaki con voz temblorosa. Kazuma lo miró con sorpresa, detectando la seriedad en su rostro. "He estado sintiendo algo... algo más que amistad por ti", confesó Chiaki, desviando la mirada avergonzado.
Kazuma quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de Chiaki. Una mezcla de emociones lo invadió: sorpresa, confusión y algo que no podía identificar claramente. Finalmente, levantó el rostro de Chiaki con gentileza y le dijo: "Chiaki, yo también... también siento algo más por ti".
Un silencio tenso se apoderó del patio, interrumpido solo por el susurro de las hojas movidas por el viento. Entre miradas cómplices y sonrisas nerviosas, Chiaki y Kazuma se acercaron lentamente el uno al otro, listos para enfrentar juntos lo que el destino les deparaba.