Los rayos del sol se filtraban a través de las hojas del frondoso bosque donde Kale y Bailey se encontraban, perdidos en una discusión apasionada. Kale, con sus ojos azules brillando de determinación, no podía creer que Bailey, con su pelaje suave y ojos verdes cautivadores, estuviera tan terco.
"¡Bailey, no puedes seguir así! ¡Tienes que entender que lo que hice fue por tu bien!", exclamó Kale, con la voz llena de emoción.
Bailey apartó la mirada, sintiendo una mezcla de enojo y confusión en su interior. Sus sentimientos por Kale eran profundos, pero el orgullo lo mantenía en guardia.
En ese momento, Aaden y Vince, quienes habían estado observando la escena en silencio, intervinieron. Aaden, con su mirada comprensiva, se acercó a Bailey y le dijo suavemente: "A veces, el amor nos hace cometer errores, pero también nos da la fuerza para perdonar y seguir adelante."
Bailey miró a Aaden, con los ojos llenos de lágrimas contenidas, mientras en su interior luchaba con sus emociones. ¿Podría dejar de lado su orgullo y darle una oportunidad al amor que Kale le ofrecía? La respuesta yacía en lo más profundo de su corazón.