Enfadada por las burlas constantes de Inaba sobre su falta de novio, Ayumi decide inventar una mentira para zanjar el tema de una vez por todas. Le asegura a Inaba que tiene una cita al día siguiente con un chico especial. Sin embargo, la verdad es que en realidad tiene planes de cuidar a su sobrino en el centro de juegos.
Al día siguiente, Ayumi se sorprende al encontrarse con Inaba en el centro de juegos, llevando de la mano a su sobrino y sonriendo como si fuera el chico especial mencionado. Incómoda y sin saber cómo reaccionar, Ayumi intenta explicar la situación, pero Inaba la interrumpe con una sonrisa traviesa.
Inaba revela que había descubierto la verdad y que decidió ayudar a Ayumi para sacarla de su apuro. Mientras tanto, su sobrino, ajeno a todo, corre feliz por el centro de juegos, creando un momento divertido y conmovedor entre las dos amigas.
Entre risas y complicidad, Ayumi y Inaba finalmente tienen una conversación sincera sobre sus sentimientos y la presión social de tener pareja, fortaleciendo aún más su amistad y mostrando que a veces, las soluciones más inesperadas vienen de las personas que menos esperamos.