La tensión entre Sakurazuka, el gerente de la agencia de entretenimiento, y Umekage, el presidente de la misma, finalmente llegó a un punto crítico. Lo que solía ser bromas y avances sutiles, ahora se convirtió en confesiones serias y cargadas de emoción. Sakurazuka se encontraba en una encrucijada, luchando contra sus propios sentimientos y la complicada dinámica de poder en la agencia.
En medio de este torbellino emocional, Sakurazuka se vio obligado a enfrentar sus verdaderos deseos y confrontar la posibilidad de un romance prohibido en el mundo corporativo en el que ambos estaban atrapados. A medida que su relación se intensificaba, los secretos del pasado salieron a la luz, amenazando con destruirlo todo.
Entre giros inesperados y revelaciones impactantes, Sakurazuka y Umekage se vieron obligados a reevaluar sus prioridades y a cuestionar lo que estaban dispuestos a sacrificar en nombre del amor. El destino de su relación pendía de un hilo, mientras luchaban por encontrar un equilibrio entre la pasión y la prudencia, entre el deseo y la responsabilidad.