Himari se encontraba en plena sesión de fotos cuando, de repente, su mirada se cruzó con la de ese chico lindo que había conocido días antes. Un escalofrío recorrió su cuerpo, ¿qué hacía él allí? ¿Cómo era posible que se encontrara en ese lugar precisamente en ese momento? La incertidumbre invadió su mente, pero también un extraño sentimiento de emoción.
Mientras intentaba mantener la compostura frente a las cámaras, no podía dejar de desviar su mirada hacia él, quien parecía observarla con una expresión enigmática. ¿Qué ocultaba aquel chico bajo su apariencia tranquila? ¿Por qué no reaccionaba como el resto ante sus comentarios directos? Himari se sentía intrigada y atraída a partes iguales, sin poder apartar su pensamiento de ese misterioso encuentro.
Al final de la sesión, cuando por fin tuvo un momento a solas, Himari decidió acercarse al chico. Quería saber más, desentrañar el enigma que parecía rodearlo. Sin embargo, antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, él se adelantó y le dijo con una sonrisa enigmática: "Sé quién eres, Himari, y no tengo miedo de tus palabras sinceras. De hecho, es eso lo que me hace admirarte aún más".
Las palabras del chico resonaron en la mente de Himari como un eco lejano, desencadenando una serie de emociones contradictorias en su interior. ¿Podría ser que finalmente hubiera encontrado a alguien que la aceptara tal como era? ¿O sería este el inicio de un giro inesperado en su vida?