En un día soleado, Elma se encontraba trabajando duro en la oficina. Como una dragona que recién se había adaptado a la vida en el mundo humano, ella se esforzaba por cumplir con sus labores como empleada de oficina. Sin embargo, algo inesperado sucedió cuando un portal mágico se abrió en medio de la sala. De repente, una figura misteriosa emergió de la grieta dimensional y se presentó como un mensajero de la Reina de los Dragones.
"El destino del mundo humano está en peligro", declaró el mensajero con solemnidad. "Solo tú, Elma, puedes salvarnos", continuó, mientras le entregaba un objeto brillante y desconocido.
Intrigada y llena de determinación, Elma tomó el objeto en sus manos y sintió una energía desconocida recorrer su cuerpo. Con valentía, decidió aventurarse a través del portal para enfrentarse a una amenaza más grande de lo que jamás había imaginado. Mientras se adentraba en lo desconocido, Elma se dio cuenta de que su papel en el mundo humano era mucho más importante de lo que creía, y que su corazón de dragón sería su mayor fortaleza en la batalla por la salvación del mundo.