El sol caía intensamente sobre Tokio mientras Yusaku caminaba por las concurridas calles de la ciudad, intentando despejar su mente después de la inesperada reunión con Kyouichi Yayoi. No podía quitarse de la cabeza la imagen del joven arquitecto, con su mirada penetrante y su actitud desafiante. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Yayoi seguía apareciendo en su vida de forma tan abrupta?
Decidió refugiarse en un pequeño café para tomar un respiro. Mientras saboreaba su café, una voz aterciopelada lo sacó de sus pensamientos. Levantó la vista y se encontró con los ojos de Yayoi, mirándolo fijamente desde la mesa de al lado. Sin decir una palabra, el arquitecto se levantó y se sentó frente a Yusaku.
"Tenemos que hablar", susurró Yayoi, con una intensidad que heló la sangre de Yusaku.
Lo que siguió fue una conversación llena de revelaciones impactantes, secretos ocultos y emociones reprimidas. Yusaku descubrió que su encuentro no había sido una coincidencia, sino parte de un elaborado plan tramado por Yayoi para confrontar su pasado y enfrentar sus miedos más profundos.
A medida que la verdad se iba desenterrando, Yusaku y Yayoi se vieron envueltos en una maraña de sentimientos encontrados, pasión desenfrenada y una conexión que trascendía cualquier entendimiento racional. En medio del caos emocional, ambos se aferraron el uno al otro, decididos a enfrentar juntos el torbellino de emociones que amenazaba con consumirlos.
El destino los había unido de una forma inesperada, y ahora debían luchar contra viento y marea para encontrar la paz que tanto anhelaban en medio de la tormenta de sus propios corazones rotos.