Bajo la luz de la luna, Leah se encontraba en la desolada torre, rodeada por las majestuosas paredes de piedra que la separaban del mundo exterior. El Príncipe Porter, con sus ojos salvajes y mirada desconfiada, era más bestia que hombre. Sin embargo, Leah no podía evitar sentir curiosidad por la criatura encerrada frente a ella.
A medida que los días pasaban, Leah descubría la verdadera naturaleza del príncipe. Detrás de su fachada de ferocidad, yacía un corazón herido por la soledad y el abandono. A través de sus lecciones y conversaciones, el príncipe comenzó a abrirse a Leah, revelando capas profundas de su ser.
Poco a poco, la conexión entre Leah y el príncipe se convirtió en algo más que una relación maestro-alumno. Surgió una chispa de entendimiento mutuo, de complicidad, que desafiaba las barreras del lenguaje y la apariencia física. En el corazón de la oscuridad de la torre, florecía un amor prohibido, destinado a desafiar a todo un reino.
Pero, ¿podría ese amor resistir las pruebas que les esperaban? ¿Podría Leah salvar al príncipe de su destino cruel, o sucumbirían a las fuerzas que conspiraban en su contra? En la encrucijada del peligro y la pasión, se forjaría una historia única de amor, sacrificio y redención. La Bestia de La Torre estaba a punto de desatar un poder que cambiaría sus vidas para siempre.