Bajo la tenue luz de la luna en el palacio real, Chu Yuan se encontraba sentado en su trono, con la mirada fija en la carta que tenía en sus manos. Sus ojos reflejaban una mezcla de determinación y preocupación mientras estampaba con fuerza un sello de cera en el papel. La situación en Yun Nan se volvía cada vez más complicada, y el joven emperador sabía que debía actuar con rapidez y astucia para mantener el poder y la paz en su reino.
Mientras Chu Yuan enviaba la carta urgentemente a 800 millas de distancia, en el lejano reino de Xi Nan, el Rey Duan Bai Yue recibía el mensaje con calma. Conocido por su astucia y habilidad estratégica, el Rey sabía que la paz recién restaurada estaba en juego y que debía actuar con prontitud. Extendió lentamente un trozo de papel y respondió con una sola palabra que resonaba en la solemne sala del trono: "Tú..."
El significado detrás de esa única palabra era un misterio para todos, excepto para el Rey Duan Bai Yue y el emperador Chu Yuan. Ambos sabían que estaban en juego no solo sus reinos, sino también sus destinos entrelazados en un juego de poder, lealtad y traición. Mientras la intriga se intensificaba y los enemigos se acercaban, los dos líderes se veían obligados a tomar decisiones que cambiarían el rumbo de la historia para siempre.