La jungla de Patchy
Patchouli estaba absorta en sus libros, como de costumbre, cuando de repente escuchó risas traviesas detrás de ella. Al darse la vuelta, se encontró con Flandre, la vampira de la mansión Scarlet, con una sonrisa pícara en el rostro. Antes de que Patchouli pudiera decir algo, Flandre alzó su mano y murmuró unas palabras misteriosas.
De repente, la biblioteca se transformó en una inmensa jungla, con plantas exuberantes y animales salvajes correteando por doquier. Patchouli se quedó atónita, sin poder creer lo que veía. Flandre soltó una carcajada y dijo: "¡Bienvenida a mi jungla personal, Patchy!"
A pesar de su desconcierto, Patchouli comprendió que debían trabajar juntas si querían restaurar la biblioteca a su estado original. Mientras luchaban contra criaturas mágicas y desafiaban peligros inesperados, ambas descubrieron que tenían más en común de lo que imaginaban. Entre risas y lágrimas, se forjó una extraña amistad entre la maga y la vampira.
Pero justo cuando pensaban que todo volvía a la normalidad, un giro inesperado los sorprendió. Una antigua profecía se reveló, y Patchouli y Flandre se vieron envueltas en un destino que iba más allá de la jungla de Patchy. Juntas, debían enfrentar un mal ancestral que amenazaba con destruir todo lo que conocían.
La aventura apenas comenzaba, y la jungla de Patchy guardaba secretos más oscuros de lo que jamás pudieron imaginar.