El corazón de la perfumista latía con fuerza mientras enfrentaba al tirano Duque Cedric en su lujosa sala de recepciones. Sus ojos reflejaban determinación y valentía, a pesar de la fragilidad de su figura. "Terminemos este compromiso, Duque", declaró con voz firme, desafiante. Cedric la observaba con una mezcla de sorpresa y furia en su mirada, sin acostumbrarse a que alguien osara desafiar su autoridad.
Clayrer, reencarnada en el cuerpo de Ariel, recordaba con claridad las obsesiones de su antigua vida y se negaba a seguir los mismos pasos. Su único deseo era convertirse en una simple perfumista, enmascarando su verdadera identidad y escapando de un destino trágico. Un susurro de intriga recorría la estancia, mientras el duque, acostumbrado a la sumisión de las mujeres a sus pies, se veía desafiado por la determinación de esa joven en apariencia frágil pero con una voluntad de acero.
¿Qué juegos del destino les depararía el futuro? ¿Lograría Clayrer mantenerse fiel a sí misma en un mundo de intrigas y poder? Los perfumes del pasado se entrelazaban con los secretos del presente, creando una trama de romance, traición y redención que cambiaría para siempre el destino de ambos. La perfumista del tirano estaba dispuesta a desafiar las normas establecidas, en busca de su propia libertad y, tal vez, de un amor verdadero que trascendiera las barreras del tiempo y del alma.