Cuando el virus se extendió, la Tierra se sumió en el caos. Los muertos regresaron a la vida con sed de carne fresca, llevando a la humanidad al borde de la extinción. En medio de la desesperación, un grupo de supervivientes se refugió en un antiguo castillo. Pero allí, lejos de la seguridad esperada, afloraron los oscuros deseos de los vivos. La codicia y la lujuria se apoderaron de sus corazones, mostrando la verdadera naturaleza humana en su forma más depravada. Mientras luchaban contra las hordas de muertos vivientes que acechaban afuera, dentro de los muros del castillo la verdadera batalla apenas comenzaba. Secretos oscuros, traiciones inesperadas y pasiones prohibidas amenazaban con destruir lo poco que quedaba de la humanidad. En un mundo donde la muerte reinaba, los vivos se enfrentaban a sus propios demonios internos, descubriendo que, a veces, la peor amenaza no provenía de afuera, sino del oscuro abismo de sus almas. La Tierra de los Muertos se convirtió, no solo en un lugar donde los cadáveres caminaban, sino también en el escenario de una lucha desesperada por la supervivencia, donde la línea entre lo humano y lo monstruoso se desdibujaba cada vez más.