Bajo la luz de la luna, Tía se paró frente a la mansión de su familia, el odio ardiendo en sus ojos. Había regresado al pasado, con un único propósito en mente: vengarse. Recordaba claramente las humillaciones, el dolor y la traición que sufrió a manos de quienes deberían haberla amado. Ahora, con un poder oscuro recién descubierto y una determinación inquebrantable, planeaba desatar la venganza sobre aquellos que la habían destrozado.
Mientras Tía avanzaba por los pasillos fríos y vacíos de la mansión, sus pensamientos se enredaban en un torbellino de emociones. La sed de venganza luchaba contra la tristeza y la soledad que la habían consumido durante tanto tiempo. ¿Sería capaz de llevar a cabo su plan sin perderse en la oscuridad que amenazaba con devorarla?
En lo más profundo de la noche, la antigua mansión resonó con un susurro siniestro, anunciando el regreso de una villana rencorosa y decidida a reclamar lo que le pertenecía. Los destinos de Tía y su familia estaban entrelazados en una danza mortal, donde la magia, la tragedia y la redención se entrelazaban en un juego peligroso de supervivencia y traición. ¿Podría Tía romper el ciclo de dolor y sufrimiento que la había consumido durante tanto tiempo, o sucumbiría a la oscuridad que anhelaba devorarla por completo?