Desde hacía meses, Laura y Martín se encontraban cada día al mediodía en el Diner in Love. Lo curioso era que siempre ordenaban exactamente lo mismo: un sándwich de pollo y una limonada. Aunque nunca se habían dirigido la palabra, sus miradas se cruzaban de vez en cuando, dejando entrever una chispa de curiosidad.
Un día, un repentino aguacero los sorprendió a ambos sin paraguas. Sin dudarlo, Martín extendió el suyo sobre Laura, protegiéndola de la lluvia. Ella, sorprendida por su gesto galante, le sonrió tímidamente agradecida. Fue entonces cuando empezaron a conversar, compartiendo anécdotas de su vida y descubriendo que tenían más en común de lo que imaginaban.
Con el pasar de los días, sus encuentros en el diner se convirtieron en el momento más esperado de su jornada. Entre risas, confidencias y miradas cómplices, Laura y Martín fueron tejiendo un lazo especial que iba más allá de la simple amistad. ¿Sería el destino jugando sus cartas para unir sus corazones en un romance inesperado en medio de la rutina cotidiana?