En una noche oscura y misteriosa, Noah se encuentra de pie frente a una antigua mansión abandonada, con las luces titilantes de las farolas creando sombras fantasmales a su alrededor. Una extraña sensación de déjà vu lo invade, como si hubiera estado en ese lugar en alguna vida anterior. Con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho, se adentra en la mansión, solo para ser recibido por una visión sorprendente: un retrato antiguo de él mismo junto a un joven de cabellos negros como el azabache, un joven que reconocería en cualquier parte, Robin.
Noah siente que su mente se desgarra al tratar de comprender la conexión entre él y Robin, no solo en esta vida, sino en vidas pasadas. Recuerdos borrosos inundan su mente, fragmentos de momentos compartidos en otras épocas y lugares. La sensación de peligro que rodea la mansión se vuelve más intensa a medida que investiga más a fondo, desentrañando un misterio antiguo que los había mantenido unidos a través de la eternidad.
Mientras la verdad comienza a revelarse ante él, Noah se da cuenta de que su conexión con Robin va más allá de la amistad, más allá del amor incluso. Son almas gemelas destinadas a encontrarse una y otra vez en diferentes formas, enfrentando desafíos y peligros que amenazan con separarlos para siempre. Con el corazón en un puño, Noah se prepara para descubrir la verdadera naturaleza de su conexión con Robin y el papel que jugaron en esa mansión llena de luces fantasmas que los llamaba una y otra vez.