En una soleada tarde de primavera, Tsumabuki finalmente reunió el coraje para confesar sus sentimientos a Satou. Sin embargo, lo que parecía ser el comienzo de un romance dulce y emocionante, pronto se convirtió en una pesadilla. Satou, conocido por su mala suerte crónica, parecía atraer desastres a donde quiera que fuera, trastornando la vida de Tsumabuki.
A medida que su relación se desarrollaba, los incidentes extraños y accidentes inexplicables se intensificaban. Tsumabuki comenzó a notar heridas misteriosas en su cuerpo, sin recordar cómo se habían originado. La gente del campus comenzó a susurrar sobre una posible maldición que recaía sobre Satou, afectando a todos los que estaban cerca de él.
La confusión y el miedo se apoderaron de Tsumabuki, quien se preguntaba si sería capaz de soportar la carga de la mala suerte de Satou. ¿Qué oscuro secreto se escondía detrás de la desgracia que parecía seguir a su amado en todas partes? ¿Podría su amor resistir la prueba de la fatalidad que los rodeaba? El destino de esta pareja, marcado por el número de la suerte 13, pendía de un hilo enredado en la telaraña del destino.